
A medida que vamos creciendo, desconfiamos más de la gente, no nos gustan sus miradas, sus acciones, sus comentarios, etc. ¿Pero qué pasa cuando abrimos el corazón sin juzgar, sin pensar, sin conocer, y de repente lo que hacen es arrastrar tu cara contra la tierra y el polvo?
Las frases más famosas que usan para impactar tu cara contra el suelo son:
• Es que no eres tú, de verdad soy yo. Mi vida yo soy quien está poniendo la relación en riesgo.
• Es que yo no estoy preparado para tener una relación.
• Es que no quiero estar contigo ni con nadie.
• No quiero hacerte daño, yo soy una mala persona. Y mientras más siento más daño hago.
La mayoría de estas excusas para mí son BS (bull shit) porque casi siempre la verdad es: ya no te amo, ya no me gustas, me conseguí otra pareja mejor que tú, sólo quería sexo contigo y no supe como trazar esa línea, porque tuviste problemas personales y le echaste la culpa a la relación por ser tarad@ y no saber identificar tus problemas, eres demasiad@ cuaim@ (no se hagan locos los hombres que algunas veces ustedes también cambian de piel).
Debo confesar que muchas de estas razones no me sorprenden ni causan efecto negativo en mi, sé realmente lo que le pasa a la persona y por qué decide no seguir conmigo, pero como es parte del proceso individual del ser humano, no lo forzaré a que me confiese la verdad, con yo conocerla me basta.
Tal vez quienes no me conocen pensarán que soy una gafa (la palabra es otra, pero prefiero evitar las groserías), pero me encanta que las situaciones se presenten por causalidad y no porque yo tenga que acusar con mi dedo de cosas que me entero. Y gracias a eso casi siempre me entero de las cosas antes de que el sujeto en cuestión quede despojado de excusas y “razones”.
Creo además que soy una de las pocas mujeres que realmente aprecia la sinceridad de parte de su pareja, yo prefiero que me digas que si estás saliendo con alguien, que ya no me quieres, que soy un fastidio o lo que sea que consideren de mi. Puede que me duela, es cierto, pero nunca me va a doler más que una mentira y luego enterarme de la verdad.
Pero me estoy enfocando mucho en mí y no es la idea, debo aclarar también que me sorprendió una historia de una pareja, relativamente estable, que se complementaban y al final terminaron. Se lloró, se sufrió y yo mostraba demasiado escepticismo con el comportamiento de uno de ellos. Después de un tiempo, me enteré que de quien yo desconfiaba le dijo a la otra persona “a mi nunca me gustó tu personalidad, yo estaba contigo por sexo y porque me encantaba tu físico; pero tu forma de ser psssssst súper chimba pues”
Yo casi me caigo de la silla cuando lo escuché. Fue para mí un shock. Y se convirtió en una razón muy grande para alejarme más de la credibilidad de las personas. Si, creo en el amor, no he dudado jamás de la existencia de este sentimiento, pero no creo en las personas. Es triste y espero que alguien me ayude a creer en la gente de nuevo.
¿Y no somos las personas las que construimos el amor? Creo que no creer en las personas es no creer en el amor. Quizás crees en el amor de papel, en el concepto... pero el amor que se siente es otra cosa...
ResponderEliminarAbrazos de una persona=abrazos con amor!