
Este fragmento de un discurso en una conferencia llegó a mi correo gracias a su autor Alfred Parodi y considero que son palabras, vivencias o simplemente una historia con la que podemos sentirnos identificados. Espero no me mate el señor Parodi por hacerle los ajustes que consideré. Disfrten.
En mi profesión son muchas las horas que tengo que pasar frente a mi ordenador, consiguiendo esa idea la cual parece no llegar nunca. Las horas transcurren, los que fuman colapsan el cenicero, trazamos una línea tras otra y otra, hojeamos una revista, la cerramos, tomamos otra, entramos en la web y hacemos varias búsquedas de imágenes tratando de obtener alguna idea, luz creativa, concepto, ilustración, algo; mientras pasan las horas sentados ahí frente a ese computador, también intentamos dar una vuelta por la sala o un despacho con la mente en blanco mientras el reloj sigue su ritmo habitual.
¡Se acerca la hora de Entrega!
Está bien claro que no hay fórmulas mágicas para la creatividad. SE ES O NO CREATIVO. Pero incluso siendo el más creativo esto pasa, espasmos en blanco (léase por estrés, agotamiento, o simplemente por falta de creatividad temporal) son válidos, incluso en este medio, durante este proceso, independientemente de la actividad que esté realizando o vaya a realizar siempre llevo un block de hojas blancas y mi cámara para apuntar cualquier idea o frase curiosa que escuche, algo que lea o alguna imagen particular que vea el la calle, estos archivos me han sido útiles más de una vez, en los momentos en que me he encontrado mas blanco que mi block. En mi caso y el de muchos creativos, las referencias visuales como revistas, cine, libros o la web entre otros; son recursos esenciales en el proceso de documentación antes de emprender cualquier proyecto. Incluso la música que escuchamos puede influir claramente en nuestro proceso creativo y por ende en el proyecto.
Jamás he llegado a pensarlo, pero si he escuchado la típica frase “todo está creado”. Sin embargo, cada día según mi experiencia, me convenzo más que en este medio no se carece de ideas sino de tiempo suficiente, que va más allá de mantener una charla con un cliente, disponer de un brief “lo suficientemente claro” o sentarnos horas muertas delante de un ordenador a ejecutar algo que aún siquiera hemos tenido tiempo de digerir.
He aquí un poco de mi vida cotidiana, ¿quienes me entienden? mi madre, mi padre, un amigo, una amiga o simplemente otro creativo o creativa que pasa por la misma situación que yo, no es fácil competir pero tampoco es fácil dejar de hacerlo.
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