
Pretendía conocer un pub, llegué, había suficiente gente como para sentirme invadida. Yo tenía compañía, pero buscando un trago te vi, fue impresionante, nos vimos. Una conexión fuerte. Él estaba acompañado. Bailé, mucho, me encantaba la música. Te seguía viendo, yo ya era muy evidente, me acercaba para ver si teníamos el mínimo chance de conocernos. Mi compañero ya se sentía incómodo, yo simplemente lo ignoraba, necesitaba mínimo saber tu nombre. Me esforcé.
Pasó un tiempo y yo te seguía viendo tanto como tu a mí. De repente fui valiente y le pedí un cigarro a quien te acompañaba, ella muy amablemente me presentó a su novio y a ti. Dijiste tu nombre y comenzamos a hablar.
Yo terminé por incomodar a mi compañía, pidió que nos retiráramos del local, yo accedí, justo en ese momento se fue al baño. Me estaba dando la oportunidad me acerqué a él le di mi número, mis datos y me fui.
Le escribí a mi mejor amiga, no podía creerlo, le di mi número a alguien que no conozco, a un hombre random, son cosas que no hago, nunca.
Yo lo único que tenía de ti, era el nombre y tu edad. Dejé a tu decisión que te comunicaras conmigo y lo hiciste.
Que bueno se siente hablar contigo. Nuestras rarezas son excelentes.
Espero que el día que no volvamos a ver realmente me abraces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario