De dos minutos de escritura, esto fue lo que salió...
"Intoxícame con tu veneno y libérame de las purezas, que lo bueno deje de sentirse bien y lo malo se escabulla hasta el rincón más remoto de mi cuerpo, que explote, que cambie, que siga, que suelte. Que toda tu maldad, tu desdén, tu distancia y tu frialdad se vuelquen en mí para que tu cruz la lleve por un momento y sonrías. Y si deja de llorar tu corazón seré feliz. Libérame, enséñame tu maldad, tu fuerza, tu inteligencia, tu independencia, tu éxito… tú."