
Cuando vas caminando ves sin mirar, tocas sin sentir y respiras sin expirar, es que algo está de cabeza, probablemente seas tu, uno suele abstraerse de la infinidad diaria de idas y venidas, me detengo ante todo y todos para ver algo más allá, le pongo música, texto, acciones, un clímax, varios puntos de giros. Respiro, volteo y tomo otra historia, la convierto, la hago mía y juego con ella.
Discusiones, amores, declaraciones, sinceridades, noticias (buenas, malas, irrelevantes), besos, deseos, pensamientos y confesiones que nunca llegaron a salir de la mente de mis protagonistas.
Ellos se encuentran ahí, accionando, desarrollando, creando y viviendo lo que yo imagino. La crisis, la economía, la infidelidad de tu pareja, la inseguridad, tu vida, tu verano carnal, tu depresión, tu luto, tu fuerza, tu debilidad, tu cansancio, tu valentía, tu gusto, tus palabras, tus decisiones, tus mentiras y verdades, todo eso no es tuyo, es mío.
Lo convierto en una fuerte masa de ideas que fluyen en mi cabeza, que avanzan y despegan como un cohete hacia Mercurio, no se detiene. Voy pienso día tras día en lo que vi, en que te vi.
Tu historia tuya, es tu vida, pero yo la transformo, juego con ella…